Solución:
El colector marino facilita la recolección de semillas en las zonas más profundas del estuario. En estas áreas, donde la salinidad experimenta variaciones breves y las corrientes mareales son menos intensas, se optimizan las posibilidades de supervivencia de larvas y el desarrollo posterior de las semillas. Así, el colector actúa como soporte para las redes, en las cuales se fijan las larvas. Al no mantener conexión directa con el fondo, evita el riesgo de ataques de depredadores de semillas. Además, ofrece la ventaja de regular la profundidad de captación, pues puede ser izado mediante el uso de aire comprimido, disminuyendo la necesidad de realizar buceo en el sitio de captación.