La Universidad Austral de Chile (UACh) y el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA) oficializaron la firma de un Convenio Específico de Transferencia y Licenciamiento que permitirá a la casa de estudios implementar el software “GILDA –Gestión Inteligente de Demanda Asociativa”, en el edificio del Instituto de Informática en el Campus Miraflores, en Valdivia.
Este acuerdo, suscrito al alero del Convenio Marco de Colaboración vigente entre ambas instituciones, tiene como objetivo transferir conocimiento y entregar a la UACh una licencia de uso del software para fines académicos, de investigación y validación técnica.
“Este es un momento bien interesante, porque estamos firmando un convenio que le da continuidad al desarrollo tecnológico de herramientas de gestión de demanda. En el edificio de Informática instalamos uno de los pilotos más importantes de este proyecto, que está en operación y siendo testeado. La idea es darle ahora un apoyo continuo al desarrollo tecnológico y seguir fortaleciendo la colaboración con la UACh”, destacó Gonzalo Bustos, investigador y colaborador asociado a CENIA.
El convenio regula aspectos como el alcance del uso del piloto, el soporte mínimo, la gestión de datos y la comunicación de resultados, mientras que en lo relativo al código fuente del software, rige la Licencia Apache 2.0, de carácter abierto.
Impacto académico y de investigación
Como contraparte de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería, el Dr. Christian Lazo, académico del Instituto de Informática, explicó que la implementación del software permite desplegar un sistema inteligente de gestión energética. “En la práctica, se instalaron dispositivos como válvulas termostáticas inteligentes, sensores ambientales, relés y medidores de consumo eléctrico, que permiten controlar de manera remota la calefacción y climatización del edificio y, de esa manera, facilitar un uso más eficiente de la energía. Priorizando los horarios en que la electricidad, por ejemplo, tendrá menor impacto ambiental y reducirá el consumo en momentos de alta demanda. En términos simples, el piloto busca que el edificio ‘aprenda’ a consumir energía de manera más limpia y optimizada.”
El académico destacó que esta iniciativa representa un laboratorio real para estudiantes e investigadores, donde pueden experimentar con tecnologías de Internet de las Cosas (IoT), optimización energética e inteligencia artificial al mismo tiempo. Esto fortalece la colaboración entre la universidad y proyectos de innovación aplicada, y genera nuevo conocimiento, publicaciones científicas y soluciones prácticas que pueden replicarse en otros contextos. También contribuye a la formación de capital humano avanzado en áreas estratégicas como eficiencia energética y sostenibilidad.
Proyección y escalabilidad
Aunque el piloto opera exclusivamente en el edificio de Informática, esta experiencia permite abrir oportunidades de expansión.
“En el futuro, esta colaboración podría extenderse a otros recintos universitarios que necesiten optimización energética como bibliotecas, laboratorios o edificios administrativos. Incluso, podría aplicarse a hospitales, escuelas u oficinas públicas que busquen reducir costos y emisiones. La experiencia del 10K funciona como un caso piloto que demuestra la viabilidad técnica y los beneficios de la innovación, sentando las bases para su escalamiento” concluyó el Dr. Lazo.
La firma del convenio se llevó a cabo en el Decanato de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería y contó con la participación del Decano Dr. Enrique Suárez, Gonzalo Bustos, investigador de CENIA y el Dr. Christian Lazo, académico del Instituto de Informática y contraparte del convenio.